

✍ Noticia de Diario Concepción:
Defensores del Sistema de Humedales Rocuant-Andalién destacan importancia de preservar el ecosistema intercomunal
Debido a su gran variedad de biodiversidad y aportes a la naturaleza, insisten en que aún falta mucho por avanzar.
Por Montserrat Serra Cárdenas
En la Región del Biobío, entre las comunas de Concepción, Hualpén, Talcahuano y Penco; se encuentra un sistema de humedales fundamental para el desarrollo óptimo de la comunidad.
En la cuenca del Río Andalién Sistema Humedal Rocuant (Talcahuano)-Andalién (Penco)-Vasco Da Gama-Chimalfe (Hualpén)-Paicaví-Tucapel Bajo (Concepción) cuenta con una superficie aproximada de 1500 hectáreas.
De acuerdo con el Ministerio del Medio Ambiente, el humedal destaca por ser un ecosistema de alto valor ecológico y por los servicios ecosistémicos que entrega, entre los que destacan: amortiguación de inundaciones, alta productividad y diversidad biológica, protección de litorales ante tsunamis, educación ambiental y esparcimiento y otros.
Hace poco el Proyecto GEF Humedales Costeros trabajó en la actualización de la información del ecosistema y así aportar a las comunidades sociales y científicas que defienden el sistema de humedales.
Sin embargo, defensores del Humedal Chimalfe (ex Vasco da Gama), Humedal Paicaví y Humedal Rocuant-Andalién recordaron parte de sus historias que los vinculan a los cuerpos de agua y los constantes desafíos que deben enfrentar.
En el Humedal Chimalfe
A un costado del Humedal Chimalfe vive Luisa Valenzuela. Ella es la fundadora del Comité de Defensa y Restauración del ecosistema. “Hace ya 17 años que comienza mi interés en defender el humedal”, contó.
“Ahora estoy cumpliendo 39 años desde que vivo en esta población. Mi casa era la última de esa etapa de construcción, yo tenía humedal al costado y al frente de mi casa. Al año siguiente empezaron los rellenos para continuar edificando, pero no le tomé mayor importancia”, expresó la defensora.
Con los rellenos, Luisa extrañó el sonido de las ranas, pero nada más. Sin embargo, un día desde la puerta de su casa observó cómo una pareja de patos defendía su hábitat contra un camión que dejaba escombros en el lugar.
“Ese día me comprometí en ser la voz de las especies que habitan el humedal”, declaró con convicción. Así es como empieza su historia defendiendo el cuerpo de agua.
Con el paso del tiempo, la fundadora del Comité comenzó a entender mucho más la importancia del Humedal Chimalfe.
“Este es un cordón biológico natural, por eso mismo fue declarado Sitio Prioritario para la Conservación. Debido a la gran cantidad de especies que habitan en este lugar”, declaró Valenzuela.
Añadió que tampoco podemos olvidar la importancia y fuerza del agua. “Una gota esculpe hasta la piedra más dura”, señaló. Luisa manifestó que es por ello que el ser humano debe aprender a convivir con los espacios naturales, ya que “dependemos de la naturaleza”.
A pesar de la importancia del ecosistema, Valenzuela enfatizó que aún falta mucho por hacer. Dentro de sus principales quejas, expresó la falta de coordinación entre instituciones gubernamentales y el poco financiamiento para temas ambientales.
“Por ejemplo, el MOP no respeta lo que dice el Ministerio del Medio Ambiente. Las seremías y ministerios tienen que ir en concordancia con los acuerdos internacionales que ha sumado Chile”, recalcó.
“Nada que celebrar”
Camilo Lorenzetti, integrante del Comité de Defensa del Humedal Paicaví expresó que el observar cómo la falta de planificación urbana y la expansión inmobiliaria lo llevaron a tomar acciones sobre el humedal.
“Todo el curso de agua nunca se ha integrado al desarrollo urbanísticos del Gran Concepción. Siendo que cumple un rol fundamental en la contención de aguas lluvia, la absorción de las temperaturas, etc”, acotó Lorenzetti.
A pesar de todos los servicios ecosistémicos nombrados, el integrante del Comité acusó que aún así se fragmentó el humedal con barrios y carreteras.
También se refirió al proyecto habitacional de viviendas sociales. Expresó que “da cuenta de la desregulación y falta de planificación entre ministerios”.
“Porque aparece en el Diario Oficial que el MMA acoge la solicitud del municipio para iniciar una segunda declaratoria y la otra, es que el MINVU está tramitando rellenar 34.000 metros cuadrados para hacer 13 torres de edificios”, reclamó Camilo.
Asimismo, Lorenzetti manifestó que es hora de buscar soluciones habitacionales basadas en la naturaleza, que involucren a la ciudadanía y que generen un diálogo con el medioambiente.
“El Minvu gastó mil millones de pesos para construir las 13 torres. Sería notable que llegue alguien de alto rango para sacar escombros y restaurar. Siempre se nos dijo que no había plata, y parece que sí había”, acotó el defensor.
“La causa ambiental es una causa común”
En el humedal costero Rocuant-Andalién, Patricio Ortiz, presidente de la Fundación Bandada, defiende el cuerpo de agua y su biodiversidad.
“Mi compromiso con este humedal comenzó en el año 2006. Mi motivación para involucrarme en la protección surge del profundo valor ecológico que este ecosistema tiene para la región y para el país en su conjunto”, señaló.
Añadió que la urgencia de conservar un humedal como el Rocuant-Andalién no solo responde a la importancia de su diversidad de especies, sino también a los servicios ecosistémicos que presta a las comunidades locales presentes y futuras.
“El Humedal ha sido reconocido por expertos ornitólogos nacionales y posteriormente confirmado por BirdLife International como una IBA (Important Bird Areas) durante el año 2009”, detalló.
Además, a esto se suma el reconocimiento nacional por parte del Ministerio del Medio Ambiente en el 2019 como Sitio Prioritario de Conservación para la Biodiversidad.
Y es que a pesar de reconocer su importancia, Patricio Ortiz señaló que en el último tiempo el humedal ha enfrentado varios desafíos importantes, “siendo los rellenos (legales e ilegales), la urbanización y la expansión de la infraestructura una de las mayores amenazas”.
“La falta de voluntad política por parte de las autoridades ha retrasado acciones clave para proteger el humedal. Además, gran parte de la superficie del humedal pertenece a entidades privadas, lo que complica la coordinación para su conservación”, contó.
Otro desafío importante ha sido la acumulación de plásticos, redes de pesca artesanales e industriales, y desechos sólidos en el humedal que afectan la vida silvestre.
Todos estos elementos ponen en riesgo a una de las colonias reproductivas más importantes del humedal: el pilpilén común, catalogada como “Casi Amenazada” en Chile.
El defensor ambiental aseguró que, durante los monitoreos realizados han constatado la pérdida de nidos por eventos prolongados de marejadas y la acción humana.
A pesar de los desafíos, quienes defienden el humedal han realizado aportes significativos, como ser parte del Comité Técnico Local del proyecto GEF Humedales Costeros, elaborar planes de gestión y ejecutar proyectos de ecoturismo.
“A nivel nacional, somos parte del grupo núcleo encargado de elaborar y ejecutar la Estrategia Nacional de Conservación de Aves de Chile (2021-2030), liderada por el Ministerio del Medio Ambiente, estrategia que busca fortalecer la conservación de las aves y sus hábitats”, agregó Ortiz.
Por último, Patricio Ortiz indicó que la conservación es una responsabilidad colectiva y que debemos actuar con urgencia para proteger estos ecosistemas.
“Cada acción cuenta, desde reducir el uso de plásticos hasta involucrarse en proyectos de restauración, conservación y apoyar políticas públicas. Juntos, podemos generar un impacto positivo y garantizar que este valioso ecosistema esté disponible para las generaciones futuras”, concluyó.